La Geosfera es la parte del
planeta Tierra formada por material rocoso (sólido o fluido), sin tener en
cuenta la hidrósfera ni la atmósfera. Nuestro planeta, como otros planetas
terrestres (planetas cuyo volumen está ocupado principalmente de material
rocoso), está dividido en capas de densidad creciente. La Tierra tiene una
corteza externa de silicatos solidificados, un manto viscoso, y un núcleo con
otras dos capas, una externa semisólida, mucho más fluida que el manto y una
interna sólida. Muchas de las rocas que hoy forman parte de la corteza se
formaron hace menos de 100 millones (1×108) de años. Sin embargo,
las formaciones minerales más antiguas conocidas tienen 4.400 millones (44×108)
de años, lo que nos indica que, al menos, el planeta ha tenido una corteza
sólida desde entonces.
Gran parte de nuestro conocimiento
acerca del interior de la Tierra ha sido inferido de otras observaciones. Por
ejemplo, la fuerza de la gravedad es una medida de la masa terrestre. Después de
conocer el volumen del planeta, se puede calcular su densidad. El cálculo de la
masa y volumen de las rocas de la superficie, y de las masas de agua, nos
permiten estimar la densidad de la capa externa. La masa que no está en la
atmósfera o en la corteza debe encontrarse en las capas internas.